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Quesos
En La Tiendica de Arándiga no faltan los buenos quesos, y si hay uno que se lleva todos los aplausos, es el Serranía de Moncayo: un queso de oveja artesano, elaborado en la quesería Galindo, aquí mismo, en el pueblo.
Hablamos de un producto con nombre propio. Elaborado con leche de su propio rebaño, este queso representa todo lo que valoramos: tradición, calidad y sabor auténtico. No es casualidad que incluso chefs de renombre, como David Muñoz, lo hayan elegido para sus recetas.
En la tienda puedes encontrar diferentes curaciones, perfectas para cada gusto y momento. Desde el más suave, ideal para un picoteo diario, hasta los más intensos, para quienes buscan un bocado con carácter.
Este queso es más que un producto: es un pedazo de nuestra tierra, hecho con mimo, desde el pasto hasta la tabla. Si aún no lo conoces, solo necesitas un trocito para entender por qué es nuestro orgullo.
Miel
Si algo endulza de verdad esta tierra, es la Pura Miel del Tío Ramón. Una miel artesana, hecha como se ha hecho siempre, con calma, con respeto por la naturaleza y con las colmenas repartidas por esta sierra llena de tomillos, romeros y aire limpio.
El resultado es una miel auténtica, sin mezclas ni procesos industriales. Solo eso: miel pura, directa del panal al tarro. Su aroma intenso y su sabor profundo son reflejo del entorno donde nace, y cada cucharada guarda un pedacito de esta tierra.
Ideal para desayunos, postres, infusiones o para tomar a cucharadas cuando el cuerpo lo pide. Y, sobre todo, perfecta para quienes buscan un producto natural, local y de verdad.
En La Tiendica de Arándiga, esta miel no puede faltar. Porque aquí no solo vendemos cosas ricas: compartimos lo que nuestra tierra sabe dar.
Patés vegetales
En La Tiendica de Arándiga no faltan los buenos quesos, y si hay uno que se lleva todos los aplausos, es el Serranía de Moncayo: un queso de oveja artesano, elaborado en la quesería Galindo, aquí mismo, en el pueblo.
Hablamos de un producto con nombre propio. Elaborado con leche de su propio rebaño, este queso representa todo lo que valoramos: tradición, calidad y sabor auténtico. No es casualidad que incluso chefs de renombre, como David Muñoz, lo hayan elegido para sus recetas.
En la tienda puedes encontrar diferentes curaciones, perfectas para cada gusto y momento. Desde el más suave, ideal para un picoteo diario, hasta los más intensos, para quienes buscan un bocado con carácter.
Este queso es más que un producto: es un pedazo de nuestra tierra, hecho con mimo, desde el pasto hasta la tabla. Si aún no lo conoces, solo necesitas un trocito para entender por qué es nuestro orgullo.
Vino
D.O CALATAYUD
Si algo endulza de verdad esta tierra, es la Pura Miel del Tío Ramón. Una miel artesana, hecha como se ha hecho siempre, con calma, con respeto por la naturaleza y con las colmenas repartidas por esta sierra llena de tomillos, romeros y aire limpio.
El resultado es una miel auténtica, sin mezclas ni procesos industriales. Solo eso: miel pura, directa del panal al tarro. Su aroma intenso y su sabor profundo son reflejo del entorno donde nace, y cada cucharada guarda un pedacito de esta tierra.
Ideal para desayunos, postres, infusiones o para tomar a cucharadas cuando el cuerpo lo pide. Y, sobre todo, perfecta para quienes buscan un producto natural, local y de verdad.
En La Tiendica de Arándiga, esta miel no puede faltar. Porque aquí no solo vendemos cosas ricas: compartimos lo que nuestra tierra sabe dar.
Cava, Reyes de Aragón
Para brindar como se merece, en La Tiendica de Arándiga confiamos en el Cava Reyes de Aragón, un espumoso que demuestra que en Calatayud también se hacen burbujas de categoría.
Elaborado por Bodegas Langa, una de las más antiguas de Aragón, este cava combina tradición, calidad y una cuidada selección de uvas para dar como resultado un producto elegante, fresco y con chispa. Ideal para celebraciones, comidas especiales o simplemente para darse un homenaje.
Con una burbuja fina y persistente, y un sabor equilibrado entre lo afrutado y lo seco, este cava se ha ganado un sitio fijo en nuestras estanterías… y en nuestras mesas.
Porque brindar con lo nuestro, siempre sabe mejor.
Escabechados tío Nicasio
Los escabechados del Tío Nicasio son puro sabor de antaño. Recetas tradicionales, hechas con mimo y paciencia, como se han hecho siempre en casa: sin artificios, sin prisas y con ingredientes de calidad.
Conejo, codornices, pechugas… Todo preparado en escabeche casero, con ese equilibrio perfecto entre el vinagre, las especias y el aceite que hace que cada bocado sea una delicia. Son ideales para tomar fríos, acompañar con una buena ensalada o con pan del día y copa de vino.
En La Tiendica de Arándiga, confiamos en el Tío Nicasio porque sabemos lo que hay detrás: producto bien hecho, de aquí, con sabor auténtico y raíces profundas.
Si te gusta el escabeche de verdad, este no te va a fallar.
Vermut Turmeón de Morata de Jalón
El Vermut Turmeon, de Morata de Jalón, es uno de esos productos que sorprende desde el primer sorbo. Elaborado de forma artesanal por Bodegas Jaime desde 1920, este vermut no solo mantiene viva una receta centenaria, sino que ha sabido reinventarse con estilo… y con premios que lo avalan.
Aromático, equilibrado y con ese toque de especias y hierbas bien afinado, el Turmeón es ideal para el aperitivo perfecto. Ya sea en su versión clásica, blanco o rosado, tiene algo especial que lo hace distinto, moderno y con mucha clase.
En La Tiendica de Arándiga, apostamos por él no solo por su sabor, sino porque es un vermut aragonés con historia, con carácter y con una calidad que ha sido reconocida a nivel internacional.
Si aún no lo conoces, ya estás tardando en servirte una copa.
Azafrán de jiloca
Pequeño, sí. Pero poderoso. El Azafrán del Jiloca es oro rojo de verdad: cultivado, recogido y tostado a mano en esta comarca aragonesa donde se sigue respetando cada paso del proceso artesanal.
Su aroma, su color y su sabor no tienen comparación. Basta una pizca para transformar un plato: arroces, guisos, postres… Todo mejora cuando entra en escena este azafrán auténtico, sin mezclas ni sucedáneos.
En La Tiendica de Arándiga, lo tenemos claro: si hay que tener azafrán, que sea del bueno. Y el del Jiloca no solo es bueno, es excepcional. Porque detrás hay familias que lo cultivan con mimo, con paciencia y con el orgullo de mantener viva una tradición única.
Un producto especial, de los que merece la pena tener siempre en casa.
Fruta de temporada
La fruta buena se nota. Por el sabor, por el olor, por la textura... y por saber de dónde viene. En La Tiendica, trabajamos con la Cooperativa Cosanse, de La Almunia de Doña Godina, para ofrecerte fruta de temporada de primera calidad, cultivada aquí al lado y recogida en su punto justo.
Melocotones, peras, cerezas, manzanas, ciruelas… Cada estación trae lo suyo, y en nuestras estanterías siempre encontrarás lo mejor de cada momento, con ese sabor auténtico que solo da la tierra bien trabajada.
Nada de cámaras, nada de fruta sin alma. Lo que llega a la tienda ha pasado por manos que conocen el campo y respetan el ritmo natural de las cosas.
Porque comer fruta buena no es un lujo. Es una forma de cuidarse, de apoyar a los de aquí y de disfrutar, bocado a bocado.
Chocolates artesanos Atienza de Ateca
Si hay un placer que nunca falla, ese es el chocolate. Y si es como el de Chocolates Atienza, de Ateca, aún mejor. Una empresa familiar con más de cien años de historia, que sigue haciendo el chocolate como antes: a fuego lento, con mimo y con ingredientes de calidad.
Negro, con leche, con almendras, con naranja... Cada tableta tiene ese sabor auténtico que solo se consigue cuando se hace todo con cariño y sin prisas. Es el chocolate que recuerda al de nuestra infancia, al de los inviernos junto a la estufa, al de las meriendas de verdad.
En La Tiendica de Arándiga lo traemos porque creemos que lo artesano, lo cercano y lo hecho con alma, siempre tiene un lugar. Y porque, sinceramente, está buenísimo.
Una delicia sencilla, honesta y perfecta para regalar… o para darte un capricho.
Mermeladas artesanas La Vícora de Sediles
Desde Sediles, un pequeño pueblo con mucho encanto, nos llegan las mermeladas artesanas La Vícora. Frutas de temporada, azúcar justo y una cocción lenta, sin prisas ni aditivos, para lograr una textura perfecta y un sabor que enamora.
Melocotón, ciruela, tomate, calabaza con canela, fresa… Cada variedad es un pequeño homenaje a lo natural, a lo sencillo y a lo bien hecho. Elaboradas en pequeños lotes, estas mermeladas respetan el producto de origen y mantienen intacto todo su aroma y color.
En La Tiendica de Arándiga, nos encantan porque son auténticas, cercanas y hechas con mimo. Ideales para el desayuno, para acompañar quesos o incluso para darle un toque especial a tus platos.
Un tarrito lleno de sabor, de pueblo y de verdad.
Embutidos caseros de calamochino
Si hay un placer que nunca falla, ese es el chocolate. Y si es como el de Chocolates Atienza, de Ateca, aún mejor. Una empresa familiar con más de cien años de historia, que sigue haciendo el chocolate como antes: a fuego lento, con mimo y con ingredientes de calidad.
Negro, con leche, con almendras, con naranja... Cada tableta tiene ese sabor auténtico que solo se consigue cuando se hace todo con cariño y sin prisas. Es el chocolate que recuerda al de nuestra infancia, al de los inviernos junto a la estufa, al de las meriendas de verdad.
En La Tiendica de Arándiga lo traemos porque creemos que lo artesano, lo cercano y lo hecho con alma, siempre tiene un lugar. Y porque, sinceramente, está buenísimo.
Una delicia sencilla, honesta y perfecta para regalar… o para darte un capricho.
Ajos de Arándiga
Los ajos de Arándiga son de esos productos que no necesitan presentación porque hablan por sí solos: sabor intenso, aroma potente y una calidad que no se encuentra en cualquier parte.
Cultivados en nuestro propio pueblo, recogidos a mano y secados al aire como manda la tradición, estos ajos son un orgullo local. Nada de ajos insípidos de cámara: aquí hay tierra, hay sol, y hay saber hacer.
En La Tiendica de Arándiga, no podía faltar este ingrediente imprescindible en cualquier cocina.
Porque el ajo de verdad no solo da sabor, también cuenta historias: las de quienes lo cultivan con mimo y las de quienes lo usan en sus guisos desde siempre.
Un básico de la despensa, con nombre y raíces propias.